jueves, 3 de noviembre de 2011

El momento en el que la escuela de arte ganó el futuro

Diego Farto. VIVIR. La tribuna 02/11/11

Federico Pérez Castilla y Encarnación Mena recuerdan con ‘La Tribuna’ su paso por el centro ahora llamado Pedro Almodóvar como director y como alumna, respectivamente

Claustro de profesores de la escuela de arte de la promoción de 1974 en Ciudad Real
Hoy en día la escuela de arte es un punto de referencia cultural en Ciudad Real, además de un centro de formación para jóvenes con aspiraciones creativas. De ahí la relevancia que se ha dado a la celebración de su centenario. Esta semana se conmemoraron los cien años de la primera reunión del claustro de profesores en la sede originaria de la calle de la Mata, 3, por entonces calle Saúco Díez. En la primera fila del salón de actos se encontraban, entre otros, Federico Pérez Castilla, director en el periodo 1972-1984 y la presidenta del Colegio de Decoradores de Castilla-La Mancha y antigua alumna del centro Encarnación Mena, quién fue estudiante de la institución durante siete años, básicamente en coincidencia con el mandato de Pérez Castilla.

Y aunque la escuela de arte ha sido históricamente y desde un primer momento un centro de reunión de artistas manchegos que dieron clase en sus aulas o colaboraron en sus actividades, como García Coronado, García Donaire, López-Salazar, López Torres o Vela Siller, entre otros. La ciudad no era especialmente consciente de esta condición artística.

Federico Pérez Castilla asumió la dirección en dos etapas, primero en 1972 como profesor interino de Delineación artística, y más adelante, después de aprobar plaza primero en Madrid y por fin en Ciudad Real, como titular de la misma asignatura.
El nuevo director se marcó como objetivo que la escuela, entonces de Artes y Oficios, «fuera conocida por toda la ciudad».

A su juicio, el público veía el centro ya instalado en la plaza de la Provincia «como un sitio al que iban los aspirantes a carpinteros o herreros, aunque ya llevaban unos cuantos años enseñando especialidades».

«Mis compañeros y yo nos propusimos que la escuela tuviera una relevancia en la ciudad», apunta el antiguo director, antes de señalar otro de los objetivos, atraer a los jóvenes de la provincia con una cierta inquietud artística y mostrarles que la escuela podría ofrecerles una salida profesional.

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